Fuimos a preguntar a Parvulos para matricular a nuestro hijo porque era la que más cerca estaba de casa.
La sorpresa fue lo que encontramos allí.
Un centro precioso, con aulas muy grandes, todas exteriores con luz natural y un horario muy amplio que cubre las necesidades de la mayor parte de los padres trabajadores.
Pero lo mejor, unas profesionales que nos dieron toda la confianza y tranquilidad del mundo y que pronto pasarían a formar un pilar fundamental para nuestra familia. Y es que la tranquilidad de incorporarte al trabajo después de una baja maternal, sabiendo que tu hijo se queda en las mejores manos no tiene precio.
Por si eso fuera poco, tienen un sistema de cámaras por el que puedes ir viendo cómo se desenvuelve tu pequeño, cómo va interactuando con sus compañeros....
Es mágico ver con la alegría que se quedan en la guarde por las mañanas, con la sonrisa que reciben a sus seños.
La ilusión con la que preparan todas las fiestas y lo que disfrutan los niños en ellas. Cumples, navidades, carnavales... ¡No se dejan ninguna atrás!
No hay mayor garantía de que acertamos eligiendo ese centro que ver a mi hijo mayor que ya va al "cole de mayores" abrazarse a sus seños cuando va a recoger a su hermano a la guarde.
En definitiva, estamos tan satisfechos que repetiríamos tantas veces como hijos tuviésemos. Ha sido un placer y una auténtica suerte encontrar esta guarde.